El clásico catalán terminó empatado 0-0, y contrario de lo que se podía pensar, el Espanyol estuvo mejor en la cancha y tuvo más opciones de marcar. Con este resultado, se presenta la oportunidad para que el Real Madrid vuelva a acercarse al líder venciendo al Valencia este domingo y colocar la liga española al rojo vivo.

Los locales contaron con un aguerrido equipo que corrió todos los balones, y no dejó pensar a las grandes figuras azulgranas. Guardiola se decidió por alinear a Xavi como mediapunta, pero Barcelona pasó más de media hora sin lograr un tiro al arco, algo poco común en el mejor equipo del mundo.

El Barcelona lució enredado, Messi desaparecido, Milito inseguro, y todo gracias a la gran presión impuesta por los de Pochettino, principalmente en el primer tiempo, ya que en la segunda etapa sintieron el esfuerzo y el Barcelona empezó a tomar el control del juego hasta la expulsión de Dani Alves a los 62 minutos.

De ahí en adelante el trámite fue parejo y confuso, no hubo un claro dominador y el partido termino sin que se lograran otras ociones importantes en los arcos. La afición local celebró la gran actuación de su equipo, que aunque no haya ganado, le complica la situación al Barça en la punta.